Se trata del buque insignia de la bodega. Un vino conseguido a partir de cepas viejas y seleccionadas. La uva se recoge con sumo cuidado y es llevada a la bodega para su despalillado y fermentación. Una vez adquiere el olor, el color y la textura óptimas, el vino se pasa a barricas de roble francés de no más de 6 años de antigüedad. El vino permanecerá en ellas un total de 12 meses a partir de los cuales se embotellará. En botella es donde termina su curación y no se comercializa hasta 6 meses después de ser embotellado. La botella es de alta calidad, así como el corcho, permitiendo que el vino se oxigene y respire.
Es un vino para sentarse a la mesa. Un vino para acompañar sabores fuertes como carnes rojas, comidas preparadas, jamones y quesos curados.
